Los vecinos de la Meseta refuerzan su reclamo de oportunidades con manifestaciones y con la Mesa de Desarrollo

Vecinos, autoridades comunales y representantes de distintas asociaciones de la Meseta del Chubut han reforzado en las últimas semanas su reclamo de generación de oportunidades en la región, con la realización de manifestaciones en las calles y con la organización de la Mesa de Desarrollo, cuya planificación continúa, pese a su suspensión temporaria por las recientes medidas contra la pandemia del coronavirus. 

Las manifestaciones se dieron, en ambos casos de manera espontánea, en julio y en agosto, bajo el lema “Queremos decidir”, y con amplia participación de vecinos en Gan Gan, Gastre, Blancuntre, Las Plumas, Telsen y otros puntos de la zona. 

En tanto, la Mesa de Desarrollo, acordada por presidentes de comunas rurales antes del inicio de la pandemia, se inició a mediados de julio, y las reuniones se realizaron entre ese mes y los últimos días de agosto, cuando desde los sectores participantes se decidió suspenderlas a raíz de las últimas medidas tomadas por la Provincia ante el crecimiento de casos de coronavirus en algunas localidades de Chubut, y por lo cual se restringieron los traslados. 

No obstante, Telsen, Gan Gan y Gastre fueron escenarios de las primeras reuniones de este tipo, con la participación de escuelas de cada una de las localidades, iglesias, Comisarías, organizaciones de productores, representantes de pueblos originarios, comerciantes, referentes sanitarios y autoridades comunales.  

La Mesa de Desarrollo Local es “un espacio para plantear propuestas que a futuro se puedan plasmar en proyectos”, explicó el presidente comunal de Telsen, Leonardo Bowman, uno de los vecinos de la región que con más énfasis ha planteado la necesidad del desarrollo productivo de la Meseta del Chubut, la zona más amplia pero la menos poblada de la provincia por la emigración permanente a causa de la falta de trabajo.

“Hay que buscar opciones de producción que puedan alternar con la producción tradicional, decaída desde hace varios años en una zona como la nuestra en la que mayoría de la gente vive del empleo público, que también atraviesa una profunda crisis”, comentó Bowman.

En sintonía, varios vecinos han expresado la necesidad de contar con más infraestructura, servicios y posibilidades de trabajo más allá del empleo público. 

“Hay que mirar las necesidades, cortar con el asistencialismo y ser más razonables en las necesidades básicas, en las atenciones, en proyectos, en generar más fuentes de empleo y en no echar para atrás muchas cosas por falta de conocimiento”, planteó Roberto Avilés, referente social de Gastre por ser enfermero y también pasto evangélico.

“La Meseta es la que tiene que decidir, afrontar experiencias, hacer que comience a funcionar y que dejemos de depender de las grandes urbes, o de los caprichos de las grandes urbes”, sostuvo.

Desde Gan Gan, Soraya Cual, joven psicóloga social, carrera de la cual egresó luego de estudiar de manera semipresencial en Trelew, dijo: “Siempre hubo problemas con el tema del trabajo” en la zona. 

“Creo que hay que estar en el momento y en el lugar para ver lo que está sucediendo en la Meseta. En muchos casos opinan, pero no viven acá”, dijo, dijo Cual, miembro de una familia perteneciente a los pueblos originarios de la región, en relación con la falta de empleo y de posibilidades de estudio que hace que la mayoría de los jóvenes emigren.  

Evaristo Cual, también de Gan Gan, resumió: “Necesitamos que la Provincia tome la decisión de escucharnos. No estamos haciendo cortes de ruta ni movilizaciones que obstaculicen el desarrollo pleno del Gobierno, sino que estamos pidiendo algo claro: que se nos dé la posibilidad de seguir viviendo acá y de trabajar”.

Marina Barrera, expresidenta comunal de Las Plumas, planteó: “Conocemos mejor que nadie la realidad de la Meseta porque nacimos y crecimos allí. Sabemos de sus recursos, sus potencialidades y sus problemas. Si bien es cierto que los pobladores de la Meseta no pensamos todos igual, hemos logrado ponernos de acuerdo en un presupuesto básico: los que debemos decidir de qué va a vivir la región somos nosotros”.

Bogdan Trila, otro vecino de Las Plumas y referente de la Juventud Rural Peronista, a la que también pertenece Barrera, sintetizó el reclamo: “Estamos cansados del asistencialismo. Lo que queremos es trabajar, tener las mismas posibilidades que tiene una persona de la ciudad, las mismas condiciones laborales y el mismo progreso”.