
Lo que dejó la elección de CABA. Nota de opinión por Mario Bensimón (*)
Nota de opinión, por Tomás del Llano
AyerComenzado el año electoral con elecciones en cuatro provincias y en la Ciudad de Buenos Aires, las mismas han dejado mucho material de análisis, probablemente resalta la información sobre los resultados, ganadores y perdedores en cada uno de los distritos. Pero no es este el eje de estas líneas.
Quizás en un segundo plano se ha debatido en estas últimas semanas respecto de la baja participación de la ciudadanía en las elecciones mencionadas, en algunos casos apenas superó el 50%, y esto es lo que nos convoca, algo que para muchos puede resultar intrascendente, pero que vale la pena razonar sobre las causas y consecuencias de la no asistencia a votar.
El desinterés ciudadano por asistir a las urnas se ha incrementado año tras año en estas cuatro décadas de recuperación democrática, desde aquella elección histórica de 1983 que instaló en el sillón de Rivadavia al radical Raúl Alfonsín, hasta nuestros días.
En nuestra opinión estos cambios en el interés por participar tienen el origen en distintas causas, pero podríamos citar al menos dos que a nuestro criterio sobrevuelan el inconciente colectivo, la primera es la creciente desilusión de los ciudadanos por las promesas incumplidas de quienes acceden al frente de los gobiernos, la mayoría de las veces esas promesas contienen mas marketing que contenido, solo por citar alguna, la campaña de Cambiemos en 2015 “prometía” Pobreza Cero, y el gobierno finalizó con un fuerte incremento de la inflación y perdida del valor del peso frente al dólar, además de una cuestionada política de mantenimiento o crecimiento del empleo.
Para ser ecuánimes también vale la pena recordar las falsas expectativas generadas con la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, que finalizó con escandalosas denuncias de corrupción, desgobierno, inflación, altos índices de pobreza y como corolario una denuncia de violencia de género contra el expresidente.
Frente a estos ejemplos -que podríamos ampliar a cada uno de los niveles de gobierno- la ciudadanía descree de la posibilidad de que aquellos que resultan electos para representar sus intereses puedan o quieran hacerlo, y esa, ya más que incipiente desilusión es fundamento en muchos casos para no participar en el acto supremo de la democracia, el voto para elegir a quienes administrarán la cosa pública.
La otra causa a nuestro entender es quizás mas grave, tanto por lo absurdo como por lo impune de la dirigencia política, y es la de cambiar, de acuerdo con la conveniencia de quienes ocasionalmente gobiernan, las normas de carácter electoral.
En este sentido desde la recuperación democrática recordamos que las elecciones se realizaban cada dos años, en un turno electoral se elegían los cargos ejecutivos y legislativos -Presidente y Vice de la Nación, Gobernador y vice de cada provincia, Intendente y concejales de cada ciudad- todos ellos el mismo día en todo el país, y a los dos años se elegían solamente la mitad de los diputados nacionales.
Este escenario fue cambiando de acuerdo con el interés de cada gobernante que gozaba mayoritariamente de apoyo popular, y así comenzaron a multiplicarse las fechas electorales, los gobernadores comenzaron por adelantar las elecciones y elegir los cargos provinciales antes que los nacionales, los intendentes a adelantar -o atrasar- las elecciones para elegir los cargos municipales, y para ampliar el calendario electoral a partir del año 2011 se implementaron las PASO (Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias), lo que resultó en que millones de ciudadanos votaban hasta siete, si, siete veces durante un año, esto en los casos que debía elegirse Presidente y Vice en ballotage.
Estos cambios que solo favorecían a la dirigencia política fueron hartando a los ciudadanos que solo vislumbraban que detrás de todas esas fechas electorales prevalecía el interés partidario en el mejor de los casos, y en general el interés personal del gobernante de turno.
Dejamos para otra oportunidad referirnos a la boleta sábana, al sistema de tachas o las boletas únicas de papel o electrónica, otros cambios también significativos.
Estas dos causas mencionadas, como muchas otras que han expresado personas con mayor claridad y conocimiento, son a nuestro entender razón del desinterés en el preciado acto de votar.
Ambas causas tienen un denominador común, lo que en Derecho denominan abuso de confianza, que no es la especialidad de quien escribe estas líneas, aquí lo sintetizamos como el abuso de buena parte de dirigencia política que ocupa o ha ocupado cargos en la función pública y ha abusado de la confianza depositada por la ciudadanía, en cuanto a las promesas de campaña incumplidas o en cuanto a la forma de elección de cargos electivos, esto a conveniencia de ese pequeño, pero poderoso, sector dirigencial. Abusaron y perdieron la confianza.
Para finalizar, no podemos menos que mencionar la principal consecuencia resultante de la poca participación ciudadana, ni más ni menos que el deterioro del sistema de representación y la falta de legitimidad de los electos.
Lo que dejó la elección de CABA. Nota de opinión por Mario Bensimón (*)
Además, se retuvieron 25 rodados y se labraron 178 infracciones a la Ley Nacional de Tránsito. Las alcoholemias más elevadas de la provincia se registraron en Comodoro Rivadavia.
Hay tres detenidos con antecedentes, un auto robado y cinco ovinos secuestrados. A uno de los aprehendidos se lo conoce como "Churrete" y posee amplios antecedentes por delitos contra la propiedad. Otro tenía pedido de captura vigente y el vehículo pedido de secuestro.
El mandatario chubutense fue recibido por el diplomático francés en la ciudad de Buenos Aires. Durante el encuentro, se diagramó el desarrollo de una agenda de trabajo conjunta con eje en el fortalecimiento de los lazos institucionales y comerciales entre nuestra provincia y el país europeo.
Nota de opinión, por Tomás del Llano