8 jugadores y directores técnicos con una rivalidad especial hacia otras hinchadas

Pese a que Migliore jugó unos pocos partidos en el arco Xeneize, no deja de ser un hincha fanático de Boca y así lo expresó cada vez que se tuvo que cruzar con River. Jugando para San Lorenzo le hizo gestos a la hinchada millonaria y hasta buscó calentar el partido con una polémica foto en Twitter. Lo mismo hizo ya siendo arquero de Argentinos Juniors. 

Maximiliano Estévez mostró su mejor versión como jugador en Racing, equipo en el que se formó en inferiores y con el que fue campeón en 2001, terminando con la famosa racha de 35 años sin títulos. Sin embargo, el Chanchi siempre fue hincha fanático de Huracán y cada vez que le hacía un gol a San Lorenzo se lo dejaba en claro a los simpatizantes del Ciclón. 

El Apache siente los colores de Boca como pocos jugadores y por eso vive los clásicos ante River con una pasión única. La rivalidad que siente contra el Millonario se dejó ver como nunca en su inolvidable festejo de la "gallinita" en la Copa de 2004. 

Goleador de Racing en la década del 90', el Turco sentía los clásicos contra Independiente de una manera especial. En la Supercopa de 1992 le hizo un gol histórico con la mano para dejar al Rojo afuera del certamen. Un año más tarde, bien loco como estaba, se bajó los pantalones en medio de la cancha y le mostró la parte de atrás a toda la popular visitante. 

A lo largo de sus años como DT de La Banda, Ramón supo ganarse la enemistad de los hinchas de Boca. El entrenador más ganador de la historia de River solía calentar a los xeneizes con frases picantes y provocadoras. El que mejor entendió el juego y la rivalidad entre los dos equipos más grandes del país.

Labruna es el máximo goleador de la historia de River y uno de los ídolos más importantes del club. Pero si hay algo que "el Feo" representó como ningún otro a lo largo de sus años en Núnez fue el odio (en el buen sentido de la palabra, si es que lo hubiera), el desprecio, el antagonismo con su clásico rival. Labruna solía entrar a la Bombonera con la nariz tapada cargando a los hinchas por el mal olor del estadio. Un tipo único. 

El Chacho no nació en Central, pero en su primera etapa como jugador Canalla se convirtió en hincha para siempre. Jugaba los clásicos con unas ganas increíbles y festejaba los goles como si fueran campeonatos. Incluso vistiendo la camiseta de River le hizo un gol a Newell's en 1999 y lo celebró haciéndole gestos a la hinchada leprosa. Como DT los sigue viviendo de la misma forma.

Su paso por River lo marcó. Teo se convirtió en hincha millonario y aprendió a "odiar" a Boca con La Banda puesta. En cada superclásico solía provocar a los jugadores de azul y amarillo y ahora que está en Central no dudó en gastar al Xeneize con la eliminación de la Copa Argentina.